Vendida como una cruza entre “Hostel” y “El Silencio de los Inocentes”, “Brutal” termina estando bastante lejos de ambas. Innovar en el cine de asesinos seriales es muy difícil. Creo firmemente que el ultimo gran producto de este genero fue “Saw”. Pero tambien quiero creer que tarde o temprano otro producto de la calidad de aquel aparezca tímidamente y nos vuele la cabeza como lo hizo su primer entrega. “Brutal” no es el caso.Sin embargo, hay varias caras conocidas del genero en la historia que pueden resultar atractivas para los fans. El más conocido para todos es Jeffrey Combs quien, sin duda, será siempre recordado por haber interpretado al doctor Herbert West en la saga de “Re-Animator” (aunque posee una interesantísima lista de películas de terror bajo el brazo) El otro es el peculiar Michael Berryman, alguien que no pasa desapercibido en ninguna producción desde que interpretó a “Pluto” en el clásico de Wes Craven “The Hill Have Eyes” (1977) Este actor supo sacar el jugo de su particular padecimiento. Este californiano nació con el extraño síndrome de "Hypohidrotic Ectodermal Dysplasia" que evita el desarrollo de uñas, dientes, cabello y glándulas sudoríficas. “Brutal” fue escrita y dirigida por Ethan Wiley, quien en 1998 dirigió la quinta entrega de “Children Of The Corn”.
La trama no es muy original. Un típico asesino en serie asecha el condado de Blackwater, junto a sus victimas deja una flor diferente y les extrae el corazón. El sheriff Jimmy (J. Combs) y su compañera Zoe (Sarah Thompson) seguirán las pistas de este perturbador de la paz. Berryman interpreta a un entrenador de sabuesos con serios trastornos obsesivo cumpulsivos. Si bien la trama intenta ampliar sus horizontes con una historia de infidelidad a cargo del sheriff, “Brutal” no termina de convencer. Resulta lenta y predecible. Finalmente lo que mueve al asesino, su motivo, no esta explicado. ¿Porque hace lo que hace? Nunca lo sabremos.
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